Los árboles, la decoración y el espíritu navideño

Las calles de Italia en Navidad - Jetsetter.com

Anoche comenzaba oficialmente el invierno. Esta mañana desayunábamos pegados a la televisión o a la radio con el sorteo de la lotería de Navidad a todo volumen. Los niños agotaban sus últimas horas de clase antes de las fiestas navideñas y salían cantando villancicos en el típico recital del colegio, vestidos de pastorcitos o representando el Belén como todos los años en el salón de actos, el patio o la iglesia del colegio.

Precisamente en eso consiste la Navidad: en tradiciones. En montar el árbol en el salón, llenarlo todo de adornos o preparar los menús de cenas y comidas de Nochebuena y Navidad. En comer un poco de más y pensar que en unos días todas las comilonas habrán terminado y podrás perder los kilitos que te has echado encima con tanta alegría. En la ilusión de los niños (y los no tan niños) la mañana de Navidad al despertarse y ver regalos bajo el árbol.

De esos momentos especiales para pasar en familia alrededor de una mesa, visitando el árbol, la carroza o el Belén viviente en la plaza del pueblo o de la ciudad con un cucurucho de castañas asadas o churros en la mano. De las cabalgatas de Papa Noel y de Reyes con los niños, ensimismados con los colores, las carrozas y las luces.

De eso, concretamente, va nuestra entrada de hoy: de la decoración navideña en las ciudades de todo el mundo. De los árboles de Navidad, de las luces y de todos los adornos que podemos ver enramados en una farola o en los árboles del paseo o de la plaza, de las guirnaldas y carteles en comercios, bares y restaurantes, y en todo aquello, que contribuye a crear un ambiente navideño.