martes, 2 de agosto de 2016

La decoración 'kitsch: más allá del estilo ecléctico

Hoy queremos empezar nuestro post, definiendo el concepto y preguntándonos qué es lo que tiene la estética 'kitsch' para que nos llame tanto la atención. Porque si por algo se diferencia este concepto artístico y decorativo de otros es precisamente por eso: porque es llamativo y porque no deja indiferente a nadie.

Según la R.A.E. la palabra 'kitsch' hace referencia a 'una estética pretenciosa, pasada de moda y considerada de mal gusto'. Esta afirmación tan tajante es una verdad a medias y llena de matices.

Tanto el concepto, como la palabra en sí, derivan del alemán con el significado de 'cursilería'. Este término se empleaba a finales del siglo XIX por artistas y comerciantes alemanes para designar aquellas piezas artísticas o decorativas de poco valor estético y económico, que eran adquiridas por nuevos ricos o aspirantes a serlo, con el propósito de 'aparentar' poseer un estatus sin conseguirlo, cayendo inevitablemente en el pozo de la vulgaridad y el mal gusto.

Tal como acabamos de comentar, lo que en sus inicios (y en el sentido puro de la palabra) era denostado, hoy ha creado escuela, apelando a un inestimable sentido del humor, creatividad a raudales y mucha ironía, para crear ambientes cargados de energía y con cierto toque glam.


El estilo 'kitsch' en pocas palabras, sería lo opuesto a lo minimalista. Si bien, éste último se caracteriza por sus líneas sencillas, escasez de color y uniformidad, con el fin de garantizar la belleza formal más vanguardista, el 'kitsch' se caracteriza por la combinación imposible de estilos, los colores llamativos y los estampados extravagantes, que lejos de ser aleatoria, está pensada al detalle. En este caso, nos alejaríamos de la máxima 'menos es más', para adentrarnos en el terreno del “más es más', tal como proclama en una de sus canciones, Alaska, una de las seguidoras de esta estética.


Gracias al reality show de MTV España, 'Alaska y Mario' pudimos conocer la casa de esta pareja de iconos de la movida madrileña. En los interiores de su hogar, podemos ver representados algunos de los elementos característicos de este estilo: el uso del rosa chicle, el azul chillón, el morado, el verde manzana y el amarillo, combinados con texturas y estampados como el leopardo, el ganchillo, el satén, el terciopelo. Los muebles utilizados, en la mayoría de los casos, son de estilo clásico acabados en dorado y tapizados con suntuosas telas, combinados con elementos más modernos. Todo ello en pro de una estética glam pop, estudiada al milímetro y acentuada por el carácter de los protagonistas.


Si bien el ambiente ya llama atención por el contraste de estilos y el uso de colores llamativos, lo que le da el toque de originalidad y lo que marca la diferencia, son los accesorios decorativos. En este caso, podemos ver una alegoría de elementos salpicados aquí y allá, formando una composición muy atrevida y chocante. Este ejemplo es especialmente paradigmático, pues en sus ambientes vemos referencias muy claras, que van desde los típicos souvenirs hechos de marmolina, yeso o escayola (platos, imanes, figuritas y jarrones con flores artificiales) hasta juguetes antiguos con cierto aire siniestro, acechando en cualquier rincón, combinados con peluches y ropa de cama estampada de 'Hello Kitty'.


Lo que aislado y fuera de contexto nos puede llegar a parecer hortera o pasado de moda, combinado de la forma adecuada puede cobrar sentido. En los casos que os ilustramos en las fotografías presentadas a continuación, vemos cómo se combina uno de los clásicos del 'kitsch', los farolillos chinos de papel, con cuadros de distintos estilos; lámparas de cristal con estampas de vírgenes y cristos de corazón ardiente, acompañadas de una guitarras, piezas de artesanía africana y llamativas alfombras y manteles. Es así como nos reafirmamos diciendo que la decoración 'kitsch' va más allá del estilo ecléctico, pues no se trata sólo de una fusión controlada de estilos, sino de un concepto estético de lo más juguetón y extravagante, ejecutado con la intención de provocar sensaciones en el espectador.


Precisamente, en esta idea se inspira la última colección de alfombras presentadas por la firma Melli Mello, quien apela a la fusión de estilos, de elementos y de ideas. En esta alfombra en concreto, el modelo Romy, vemos una bonita combinación de flores, texturas textiles como el encaje, joyas y adornos de corte barroco, que ilustra a la perfección una de las máximas de este concepto estético: la mezcla aleatoria de elementos y el 'horror vacui', aderezado con una buena dosis de color y creatividad.

Alfombra Melli Mello Romy


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