martes, 30 de agosto de 2016

Crea la zona de estudio perfecta para tus hijos

En unos días nuestros hijos volverán al cole y con ello, a la rutina, los horarios habituales, los deberes diarios, los trabajos y los exámenes. Por eso mismo, debemos procurarles un lugar cómodo, silencioso y organizado que les ayude a llevar a cabo su cometido de una manera efectiva.

Es entonces el momento de pararnos a pensar lo siguiente: ¿nuestros hijos pequeños y/o adolescentes disponen de un espacio propio para realizar sus tareas?

Nos preguntamos esto porque en muchas ocasiones, los niños se sientan a estudiar o hacer los deberes en el comedor de casa bajo la supervisión de sus padres, hermanos mayores o abuelos, en el sofá o en la mesa de la cocina, mientras alguno de sus progenitores prepara la cena y le vigila de cerca.

Esta cuestión nos lleva directamente a plantearnos otra duda, ¿es mejor tenerlos cerca para poder ayudarlos y supervisar su actividad, o es mejor que ésta la realicen en su dormitorio o habitación de estudio? Está claro que no existe una verdad universal al respecto y que cada uno desarrolla un sistema de enseñanza y unas normas concretas en cuanto a los hábitos de estudio de sus hijos, pero nosotros os aconsejamos lo siguiente:

martes, 2 de agosto de 2016

La decoración 'kitsch: más allá del estilo ecléctico

Hoy queremos empezar nuestro post, definiendo el concepto y preguntándonos qué es lo que tiene la estética 'kitsch' para que nos llame tanto la atención. Porque si por algo se diferencia este concepto artístico y decorativo de otros es precisamente por eso: porque es llamativo y porque no deja indiferente a nadie.

Según la R.A.E. la palabra 'kitsch' hace referencia a 'una estética pretenciosa, pasada de moda y considerada de mal gusto'. Esta afirmación tan tajante es una verdad a medias y llena de matices.

Tanto el concepto, como la palabra en sí, derivan del alemán con el significado de 'cursilería'. Este término se empleaba a finales del siglo XIX por artistas y comerciantes alemanes para designar aquellas piezas artísticas o decorativas de poco valor estético y económico, que eran adquiridas por nuevos ricos o aspirantes a serlo, con el propósito de 'aparentar' poseer un estatus sin conseguirlo, cayendo inevitablemente en el pozo de la vulgaridad y el mal gusto.