Mostrando entradas con la etiqueta obras de arte. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta obras de arte. Mostrar todas las entradas

martes, 11 de abril de 2017

Frida Kahlo, arte transgresor e inspiración contemporánea

Frida Kahlo y sus obras
Frida Kahlo (1907 - 1954, Coyoacán), esa fuente inagotable de inspiración. Color, ganas de vivir y por otra parte, dolor. Revolución, transgresión y sentimiento. Arte nacido del corazón, belleza y realidad descarnada. Así fue y es como se recuerda a Frida Kahlo y a sus obras.

Avanzada a su tiempo, auténtica y libre de prejuicios, Frida Kahlo no se sentía ligada a ningún movimiento artístico (por mucho que se empeñaran los surrealistas en querer sumarla a sus filas), pero sí, a una corriente cultural, a unos ideales políticos y a un modo de vida transgresor y bohemio, y por supuesto, a un sentimiento de pertenencia, que la enraizaba a México y a su pueblo.

Esta pintora mexicana, si bien, se movió en los ambientes artísticos de la época (los muralistas mexicanos o los contemporáneos del movimiento surrealista en Europa), no siguió ninguna tendencia concreta. Simplemente, se dedicaba a contar a través de sus obras pictóricas su visión personal de la vida, a través de metáforas.

En ellas, dejaba ver su profunda sensibilidad, su dolor derivado de los distintos acontecimientos que marcaron su vida, y su necesidad de sobreponerse y ser feliz. Frida reflejaba la colisión de sus dos mundos: la lucha y el debate eterno entre su ansia de felicidad y la insistente amenaza de su destrucción, a la vez que conjuraba la dualidad entre los sueños (amor, e hijos) y la realidad (dolor e impotencia).

martes, 19 de julio de 2016

Hsiao-Ron Cheng, una apología a la delicadeza etérea de los tonos pastel

Aunque en verano lo que más nos atrae son los tonos llamativos y cálidos, lo cierto es que la combinación cromática propuesta por PANTONE para esta temporada, nos tiene más que conquistados y queremos seguir apostando por ellos, aunque sean más delicados y neutros.

Si bien esta entidad especializada en el uso del color, nos ha envuelto este año en tonos pastel, concretamente el Rosa Cuarzo y el Azul Serenity, existe toda una gama asociada a ellos, que va desde el verde agua o menta, hasta el gris plomo, pasando por los distintos tonos maquillaje, un suave amarillo espiga o los arena.

Esta gama de color ha sido la protagonista de la obra pictórica de la taiwanesa, Hsiao-Ron Cheng, una joven ilustradora y artista digital, que dedica sus creaciones al mundo de la moda, a retratos de modelos de piel perfecta y sedosos cabellos.

En ellas, utiliza colores planos suavizados con degradados, que parecen cubiertos por una capa de polvo marmóreo, que les aportan un aire de delicadeza y fragilidad.

lunes, 18 de enero de 2016

Gustav Klimt, arte y sensualidad para tus paredes

'Judith con la cabeza de Holofernes'
La obras pictóricas del pintor simbolista austríaco, Gustav Klimt marcaron un hito en la historia del arte contemporáneo. Sus musas doradas de cabellos largos y la sensualidad que éstas desprendían siguen enamorando a los amantes del arte.

Aunque estas mujeres semidesnudas fueron retratadas a principios del siglo XX, las pinturas de este artista vienés siguen siendo amadas en la actualidad por su frescura y su aire vanguardista.

Las pinturas de Klimt transmitían cercanía, calidez y una sensualidad inocente, nacida de un desnudo fugaz, de un descuido o de un acto natural. Un erotismo descuidado y bohemio, pero ligeramente premeditado.

Sus musas de piel nívea parecían náyades o ninfas del bosque, vestidas con lujosos y espesos ropajes, que posaban abrazadas, semidormidas y con expresiones cercanas a la melancolía y la dulzura.

Las musas de otros artistas posaban de maneras semejantes, como puede ser el caso de la 'Ophelia' de John Everett Millais (1852) y posteriormente a ellas, 'Las señoritas de Avignon' de Pablo Picasso (1907) y las musas de la pintora Tamara de Lempicka. 

El hecho de que retratara mujeres semidesnudas con actitudes insinuantes y poderosas tiene su explicación. En aquella época, la sociedad austrohúngara vivía en la armonía absoluta, un esplendor adormecido con manifestaciones artísticas tan correctas como bellas, siempre acordes con el historicismo. La obligada contención femenina era un reflejo más de la represión sexual de los vieneses, un caldo de cultivo ideal para Sigmund Freud, que desarrolló en esos años sus teorías sexuales sobre el origen de las neurosis.