¿Cuál es la altura de cama que mejor se adapta a ti? ¿Alta o baja?

Una cama, sea cuál sea la que elijamos, debe ser siempre cómoda y favorecer nuestro descanso durante la noche. La altura de las camas también se ve influenciada por las modas y por ello, quizás debamos tener en cuenta cuál es la que se adapta a nuestro cuerpo y a nuestras necesidades, independientemente de la moda o de las efímeras tendencias.

Ambas tienen sus ventajas y sus inconvenientes, dependiendo del usuario y del concepto decorativo utilizado en toda la casa. Dependiendo del estilo, veremos modelos más tradicionales, altos y con un armazón más sólido, u otros, quizás, más modernos y con una estructura más baja.

¿Pero quién debe escoger cada tipo de cama? ¿Su altura puede influir en nuestro descanso y en la comodidad a la hora de levantarnos o acostarnos? Definitivamente, sí. Cada tipo de cama y su altura tienen un público determinado. Y no, no hablamos exclusivamente del grosor de colchón (que también), sino más bien de la altura de la estructura sobre la que se asienta el mismo.

* Camas bajas:

El público ideal para este tipo de camas son los niños, ya que pueden acceder a ellas con facilidad, sin necesidad de pedir ayuda a los mayores. A parte de estar pensadas para los más pequeños de la casa, las podemos ver en las colecciones de muebles más modernas: de estilo nórdico, minimalista, colonial o urbano. 

Camas con bañera y patas o soportes de madera u obra, que se elevan unos cuantos centímetros sobre el suelo, y sobre las que se coloca un colchón de mayor o menor grosor, dependiendo de las necesidades del usuario. Éstas dan un aspecto nuevo a la estancia y tiende a aliviar la carga visual de la estancia. También el hecho de estar más cerca del suelo puede resultarles atractivo y más zen, pero a efectos prácticos sólo acaba resultando cómodo a personas jóvenes. Esta altura para personas mayores o de movilidad reducida no es apta.

* Camas altas

A nosotros, particularmente nos parecen las cómodas. Podemos acceder a ellas sin tener que agacharnos demasiado, lo cual favorece el movimiento y la comodidad de las personas con problemas de articulaciones o de espalda. Una cama considerada como alta nos debe llegar a media pierna (por encima de la rodilla) y nos debe poder permitir sentarnos en el borde y que los pies toquen el suelo, quedando las piernas en ángulo recto. De esa manera, no forzamos la posición de nuestro cuerpo en ningún momento.

Esta es la altura ideal para que una persona suba y baje de la cama con mayor facilidad. Si al sentarse quedan más bajos que sus rodillas, la cama es muy baja y les costará trabajo moverse, mientras que si los pies quedan colgando, podrían lastimarse al tratar de subir o al saltar para bajar. 

Este tipo de camas es el más extendido y corresponde a estéticas más tradicionales, como el clásico o el vintage. Los dormitorios más clásicos o de estilo vintage cuentan con camas con cabeceros más trabajados y pieceras a conjunto, articuladas por travesaños o una estructura en bañera. El altura de estas camas permite incorporar un arcón bajo ellas, en el cual podremos guardar mantas, cojines,  o cajas con ropa de otra temporada.

¿Tú con cuál te quedas? ¿Cuál es la que mejor se adapta a tus necesidades?